jueves, 30 de agosto de 2012

El trekking del Inca mochilero.


20.08.2012

Llegar a la ciudad pérdida Inca de Machu Picchu es toda una aventura que comienza en Cusco.Hay varias opciones la rápida,cara y fácil que es coger un tren que te acerca hasta Aguas Calientes, el pueblo de Machu Picchu. Otra que es igual o más cara pero emocionante que es haciendo el Camino del Inca, que son 5 días de caminata. Y la tercera, la alternativa la que yo llamo el trekking del Inca mochilero, la opción más barata pero igual de interesante y sacrificada que la anterior.
Nosotros obviamente escogemos la última que es la que se ajusta a nuestro presupuesto de mochileros. Así que, el lunes por la mañana nos levantamos temprano para coger el minibus que nos llevará desde Cusco hasta Hidroeléctrica desde donde tendremos que caminar hasta Aguas Calientes siguiendo la vía del tren. Para llegar hasta aquí nos espera un trayecto de unas 7horas por carreteras sinuosas, peligorsas e infernales atravesando, la ya habitual compañera de viaje, Cordillera de Los Andes. Durante el viaje es dificil mantener el tipo, y acaba mareándose y lo que sigue casi la totalidad del grupo que viaja en el pequeño bus, por suerte nosotros si conseguimos sobrellevarlo.

Sin embargo,gracias a todas estas curvas que se enroscan en las laderas de las enormes montañas andinas podemos disfrutar de unos paisajes alucinantes. Éstos van cambiando desde que salimos de Cusco, al principio grandes llanuras donde pastan vacas y caballos, al fondo la verticalidad extrema de Los Andes peruanos, mucho más verticales y escarpados que los que he visto en Chile o Bolivia. En los valles y faldas, cruzamos pintorescos pueblos con paisaje y vegetación mediterránea como Ollantaytambo. Conforme ganamos altitud, la vegetación desaparece y ahora los protagonistas son los grandes cortados y acantilados, coronados con cumbres con nieves perpetuas y glaciares, realmente extremo y bonito. La sorpresa viene cuando cruzamos a la parte este de la Cordillera, el aire se torna cálido y húmedo la escasa vegetación de las alturas y los paisajes mediterráeos de los valles dan paso a la selva andina peruana. Las plataneras y las buganvillas de colores junto con las flores de ibisco tornan el paisaje en un espesa masa verde y tropical que tapiza las escarpadas laderas de las montañas. Nunca había pasado en tan pocos kilómetros por paisajes tan diferentes, pero es que aquí la grandiosidad de Los Andes hacen de frontera natural para los diferentes climas y por consecuencia, de los paisajes.

Entre curva y curva y una carretera sin asfaltar de apenas 3metros de ancho y con caídas al vacío de unos 400m llegamos a Santa Teresa, el pueblo donde se está construyendo la presa que hace de punto de partida a la caminata que te lleva hasta Aguas Calientes.
Es aquí donde comenzamos a andar siguiéndo las vías del tren y el río Urubamba, penetrándo en una densa selva digna de cualquier película de Indiana Jones. Disfrutamos del camino, con sus riscos desafiando las leyes de la física, las cumbres asomando entre la niebla producida por la vegtación, las cascadas y la mezcla de sonidos enigmáticos que salen de cada rincón. Empieza a atardecer y la jungla despierta, los primeros los mosquitos y en cuanto cae la última luz, otros insectos son los que iluminan nuestro camino. Infinidad de luciérngas blancas se encienden junto con las estrellas creando una atmósfera mágica que sólo había visto en películas de ciencia ficción como Avatar. Podría estar perfectamente en Pandora ahora mismo, y siento la aventura correr por mis venas.
Finalmente llegamos a Aguas Calientes, el pueblo donde pasaremos la noche para mañana ir en busca de la ciudad de Machu Picchu.






miércoles, 29 de agosto de 2012

EL BALCÓN AZUL. CUSCO.

23.08.2012

Hay diferentes maneras de despedirse de una ciudad que te ha cautivado. Normalmente acaba con un vistazo desde el taxi que te lleva a cualquier estación, quizás una mirada desde la ventanilla de tu avión cuando sobrevuela la ya diminuta ciudad, o a lo mejor tienes suerte como yo y puedes pasear junto a una amiga especial y empaparte de la luz, el color y la vida de la Plaza de Armas en una tarde de agosto mientras conversas y tomas un helado. Luego descubres que en uno de esos espectaculares balcones coloniales que has estado observando durante días como un turista más, se esconde un café al más puro estilo parisíno donde seguir la conversación y las risas, mientras se enfría un café y disfrutas de unas vistas privilegiadas de la Catedral y de la espectacular fachada de la Compañía de Jesús. Y es aquí donde nos despedimos de Cusco, es aquí donde nosotros nos decimos hola de nuevo y donde coleccionamos otro café "indie" por el mundo.




lunes, 27 de agosto de 2012

CUSCO. "LA ROMA DE LATINOAMÉRICA"

16.08.2012
Tras un viaje tenso desde Copacabana, en Bolivia, llegamos a la ciudad imperial del Cusco donde pasaremos cuatro días.
Cusco fue donde Manco Cápac, primer Inca, fundó la capital de su imperio, el Tihuantasuyo. Su organización urbanística le dió forma de puma, uno de los animales más venerados por los Inca.
Tras matar al Inca Atahualpa, Francisco Pizarro conquistó el Cusco en 1533, es aquí cuando comienza el cambio de la ciudad de los Inca. Se construyen Iglesias y palacetes, las plazas con pórticos aparecen al igual que la infinidad de balcones y miradores coloniales a cada cual más caprichoso y seña de identidad cusqueña.
Pasear por las callejuelas del Cusco en la actualidad es perderse en la historia, y disfrutar del sincretismo y el carácter colonial y refinado de la ciudad. Los muros Incas se funden con Iglesias barrocas, los palacetes albergan hoteles y restaurantes delicados, las fuentes y los geranios adornan los patios de las casas. Como su bandera, Cusco tiene una colorida vida social, donde los turistas se entremezclan con los locales, se oye música en las calles, hay bailes típicos y celebraciones religiosas. La vida bulle en cada esquina de esta ciudad con una fuerte esencia española, una ciudad de piedra, blanca y azul. Blanca por sus paredes encaladas, azul por sus puertas y ventanas y de piedra por sus muros, fuentes y escalinatas. Siempre sabes cuando llegas a Cusco pero difílcimente sabrás cuando es momento de irse.





viernes, 24 de agosto de 2012

El lago Titicaca. Un mar a 3800m.

13.08.2012

Es aquí donde, según la tradición Inca, el dios Sol, Inti, envió a sus dos hijos Manco Cápac y Mama Ocllo para que buscaran un lugar donde establecer la capital del imperio. Tras surgir de las aguas de este lago, Manco Cápac, el primer Inca, fundó la ciudad de Cusco al hundir una vara de oro en sus tierras.

El lago Titicaca se encuentra a caballo entre Bolivia y Perú, y más que un lago con sus 230km de largo y 97 de ancho parece el mar. El mar Mediterráneo. Cuna de las civilizaciones Tiwanaku e Inca, en sus costas reposan los últimos vestigios de lo que éstas fueron.

La Isla del Sol, te embriaga con su aura mística y de leyenda... sus paisajes evocan paz y serenidad, ésa que no encontramos en la capital boliviana. Nos perdemos por entre sus valles fértiles y aterrazados, su ambiente rural y sus calitas solitarias. Acampamos dos días en la bahía de Machamachani, de arena blanca y aguas turquesas que, inevitablemente me recuerdan a mi querido Portet. Nos mezclamos con la gente local y nos dejamos llevar por la tranquilidad y la inocencia intacta del lugar.

Un buen lugar para despedirse de la superlativa Bolivia.







sábado, 18 de agosto de 2012

LA CAÓTICA CIUDAD DE LA PAZ.

10.08.2012. al 13.08.2012. Bolivia.

La Paz, capital de Bolivia, es una ciudad que se desprende desde El Alto y se cae por sus laderas enroscándose y amontonándose en un angosto valle. Al sur el imponente monte nevado Illimani de 6402m observa el ritmo frenético de una ciudad que crece de manera desordenada y enmarañada entre cables y carteles que anuncian un sinfín de cosas.

Las calles estrechas suben y bajan ganándole a un terreno escarpado, la altitud de 3660m las hace difícil de recorrer. El tráfico intenso, caótico, se entremezcla con los mercados callejeros que dan color y vida a una ciudad monocromática. Aquí todo se compra y se vende en la calle, y los gremios se agrupan por barrios. Hay barrios de verdura, de carne, de textiles, de tornillos, de electricidad...
El mercado de hechicería ofrece la visión más indígena del lugar, donde se venden amuletos, crías de llama disecada, y miles de aromas y hierbas para los rituales Aymara.

La ciudad rebosa vida desde muy temprano y aún siendo una ciudad que no supera los dos millones de habitantes parece que en ella viven en torno a cinco.

Entre tanto desorden, encuentras joyas arquitectónicas de la época colonial. La Iglesia de San Francisco del siglo XVI, casas y museos coloniales con patios increíbles, o plazas rodeadas de edificios neoclásicos ocupados ahora por el gobierno.

Para visitar La Paz, necesitas paciencia, si la tienes podrás saborear la belleza del caos, pero vete antes de que esta ciudad afecte a tu estado de ánimo porque de paz sólo tiene el nombre, que viene porque fue el lugar donde se medió el conflicto territorial entre Almagro y Pizarro.

Ser minero en el Cerro Rico.

09.08.2012. Bolivia.


El Cerro Rico es el que custodia y dio el esplendor a Potosí cuando los españoles encontraron en sus entrañas una fuente "interminable" de plata.

Hoy Ricardo y yo vamos a formar parte de los quince mil mineros que trabajan a destajo en estas explotaciones buscando los restos que dejaron los conquistadores.
Trabajan en cooperativas, el equipo corre de su cuenta, no tienen seguros y sólo ganan dinero si encuentran el mineral y lo venden.

Antes de partir hacia la mina, nos dejan un pantalón y una chaqueta, el casco con la luz y unas botas de minero. También tenemos que llevar una bandana a modo de protector puesto que en el interior hay polvo y se hace difícil respirar. La silicosis es la conocida enfermedad del minero y está bandana se supone que "los protege".

Una vez listos con el equipo, vamos al mercado del minero que se encuentra en la zona alta de la ciudad, aquí es donde ellos compran todo lo necesario para trabajar. Nosotros compramos a modo de regalo agua, que es un bien preciado en el tajo, hojas de coca, que es lo que les mantiene con energía y les hace sobrellevar el duro trabajo, y explosivos que obviamente lo utilizan para extraer el mineral.

Oscar, nuestro minero-guía, nos ofrece un trago de alcohol puro de 96º!, y hacemos una ofrenda a la Pachamama y al Tío de la mina para que nos protejan, en el interior Dios no existe.

Al llegar a la mina la emoción se apodera de nosotros, una vagoneta pasa antes que nosotros con dos mineros encima, tras ellos vamos nosotros a paso firme adentrándonos por el túnel hacia las profundidades del Cerro Rico. Conforme avanzamos el aire se enrarece, y tiene un olor peculiar. De repente me doy cuenta que llevamos ya tiempo caminando, a veces agachados otras directamente a gatas y es cuando el corazón se acelera y piensas si ha sido una buena idea entrar en una mina en Bolivia, con todos los riesgos que eso conlleva. No es una atracción turística, es simplemente la vida real.
Descendemos hasta el cuarto nivel, donde hay temperaturas de hasta 65º el aire se torna frágil y se hace difícil respirar, es aquí donde ayudamos al primer grupo de mineros a palear una de las extracciones, es realmente agotador. Después seguimos adelante y tenemos que sacar una volqueta entera de material, a cada palada se hace más difícil y sudamos muchísimo.

Por último visitamos al Tio de la mina, una especie de figura demoniaca que surgió con los primeros indígenas que aquí trabajaron, el Tio es el que proteje al minero y el que les da fuerza para sobrellevar este trabajo inhumano y esclavo. Tio viene de Dios en Quechua, así que basicamente es su dios dentro de la mina.

Conforme vamos saliendo una brisa fresca nos golpea la cara, al final del túnel una luz...y ahí está de nuevo la vida. Dejamos atrás la oscuridad y los peligros de la mina, estamos exhaustos, pero felices de haber vivido una experiencia tan intensa e única que yo jamás volveré a repetir....

viernes, 17 de agosto de 2012

La ciudad de plata. Potosí.

09.08.2012. Bolivia.

Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en la época del auge de la ciudad de Potosí.

En 1658, para la celebración del Corpus Christi, las calles de la ciudad fueron desempedradas y totalmente cubiertas con barras de plata. En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la sangre indígena y esclava africana, y también el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la aventura.

"Vale un Potosí"- dijo Don Quijote de la Mancha...






Manantial de la plata de América. Era una de las ciudades más grandes y más ricas del mundo, superando a Londres y París, pero paseando por sus calles sólo quedan sus patios andaluces, sus artesonados y sus joyas arquitectónicas al más puro estilo toledano o segoviano... su gente lucha por subsistir en la que para mí fue la puta del reino que cuando se hizo fea por la escasez de su plata, cuando ya no daba lo que querían...la dejaron tirada y vejada. Aún así Potosí, se levanta cada mañana y se maquilla con su pueblo indígena y mestizo que da vida a una ciudad que, aunque olvidada sigue siendo rica en belleza.


domingo, 12 de agosto de 2012

Belleza inmensa, diáfana, minimalista. El Altiplano Boliviano y el Salar de Uyuni

06.08.2012

Tras disfrutar de los últimos días en Chile, viendo paisajes y atardeceres increíbles, recorriendo las dunas y valles de Atacama en bicicleta y yendo a fiestas clandestinas en medio del desierto custodiadas por el volcán Licancabur con gente de infinitas nacionalidades, llega el momento de emprender la segunda etapa.



Bolivia nos espera tras las altas montañas y volcanes que vemos desde el minibus que nos lleva desde San Pedro, en Chile, hasta Hito Cajón, Bolivia, y punto de partida de nuestra expedición por el inóspito, diáfano, mágico y extremo Altiplano. Aquí en Hito Cajón, sellamos nuestros pasaportes con una nueva estampa.

Desayunamos y cargamos los todoterreno con víveres y mochilas. Nuestro guía, Quinto de origen Quechua, de tez morena y mirada profunda, algo parco en palabras. Nuestras compañeras dos brasileñas, Paula y Tatiana, y dos alemanas, Cris y Lisa.

Una vez todo listo nos adentramos en el que será "nuestra casa" durante 4 días, la alta puna boliviana. Un territorio hostil, ventoso, frío, seco, caluroso y sobretodo, alto. Muy alto. Partimos a 4500m, pasaremos por los 5500m y dormiremos a 4800m en la primera noche. La solución para evitar apunarse o sufrir de Soroche (el conocido mal de altura) mascar hoja de coca, y hacerlo todo lento. Aunque no nos apunamos se siente la altitud, cuesta respirar, duele un poco la cabeza y se siente algo de mareo.

Tanto extremo es también aplicable a su belleza...belleza extrema. La tierra de los indios Quechua es realmente espectcular, vastas llanuras salpicadas por lagunas de colores, si, de colores; Laguna blanca, Laguna Verde, Laguna Colorada y un sin fin más que visitamos en nuestro recorrido. El azul intenso del cielo  recortado por los volcanes y la montañas que llegan a sobrepasar los 6000m de altitud.

Es aquí donde la Pachamama (la Madre Tierra para los Quechua y Aymara) exhibe toda su paleta de colores. Los marrones, ocres y rojizos de las montañas, con el blanco de las cumbres. Las aguas esmeraldas y rojas con los rosas de los flamencos andinos en las lagunas. El azul intenso del cielo, que por la noche despliega toda su luz con la vía láctea. En definitiva unos paisajes surrealistas.




Como colofón la ruta acaba en el Salar de Uyuni, el salar más grande del mundo con sus 12000km2 de desierto salino, creado, según la leyenda indígena a partir de las lágrimas del volcán Tunupa al sorprender a su marido, la montaña Cusco con otra. Lugar único en el mundo donde no se distingue el principio del fin y donde todo brilla con fuerza. Pasear por la Isla Pescado es una experiencia inolvidable donde al admirar esta belleza infinita, te sientes realmente diminuto.




ADIÓS CHILE, TE ECHARÉ DE MENOS.

06.08.2012

Cruzo la frontera con Bolivia y con ello dejo atrás mucha gente, muchas experiencias y muchos momentos difíciles de olvidar. Al dejar un país que me ha acogido durante casi un año, donde he conocido gente inolvidable y donde he vivido cosas tan intensas me abordan sentimientos encontrados. Comienza el lento y agradable camino de vuelta a mi hogar, pero a mi espalda estoy dejando la que yo ya sentía como mi casa...

Por un lado gratitud y satisfacción por todo lo vivido en Chile, por otro lado un sabor agridulce por no haber conseguido lo que vine buscando, sin embargo me llevo mucho más a pesar del fracaso, que no lo considero en absoluto un fracaso sino más bien una etapa más de aprendizaje.

Han sido unos meses muy duros, realmente muy duros y sólo la gente que ha estado a mi lado sabe de lo que hablo pero aun así he sabido exprimir cada segundo de mi vida aquí. Porque como dice aquella canción de Alexi Murdoch... "Don´t forget to breathe" y eso he hecho, no me he olvidado de respirar ni un minuto, de respirar hondo todo lo que me estaba pasando, hasta en los momentos donde parecía que me faltaba el aire por el smog santiaguino, por la falta de muchas cosas y  ciertas personas, por la desesperación, y por la incertidumbre. Siempre he encontrado aquí un paisaje, un plan inesperado y sobretodo alguien con quién respirar hondo. Gracias a todos los que habéis respirado conmigo y me habéis ayudado a hacerlo cuando lo necesitaba. Y gracias a tí. Y a tí también.

Le he tomado cariño a muchas cosas y personas "acá", echaré de menos expresiones como "al tiro", "cachai", "si po weon", "la wea loca", "la wea enferma", "así no má" cosas que no entendía cuando llegué y que ahora ya forman parte de mi vocabulario, eso sí con mi acento "eshpañol coño joder" ese que tanta gracia os hacía a mis amigos chilenos.

Echaré de menos carretear (salir de fiesta) con los míos y llegar a comer pizza a casa de Ricardo mientras abrimos cualquier buen vino chileno, para acabar hablando de que raro es el español que dependiendo del país una misma palabra significa diferentes cosas. También hablábamos de educación, política y un sin fin de cosas que me han ayudado a comprender la herida Latinoamérica.

Echaré de menos levantarme un domingo soleado. Qué bonitos son los domingos soleados en Santiago. La ciudad se detiene, se oyen los pájaros desde la habitación y aunque es invierno hace calor. Echaré de menos subir el Cerro San Cristobal, un pisco sour al sol y quizás un paseo "indie" por Lastarria buscando rincones, cafés, galerías de arte, tienditas y librerías que te dibujan una sonrisa.

Echaré de menos la risa en la resi, las películas en familia y cuando digo en familia esque podíamos llegar a ser casi veinte personas, las cenas especiales, los cotilleos, los abrazos, las largas conversaciones, la música, los momentos de guitarra, las noches de fiesta,y las de pizza y palotes de ajo, los momentos de cocina...y el apoyo recíproco que nos brindábamos todos los que allí vivíamos. Echaré de menos a nuestra dulce Margarita saludando por la mañana y preguntándonos cómo habíamos pasado la noche. Realmente la resi se convirtió en mi hogar fuera del hogar. Gracias a todos por compartir conmigo este trocito de vida.

Echaré de menos los "momentos de expatriados" con todos mis amigos españoles, aquéllos que como yo salieron de un país en ruina y trajeron sus ilusiones y proyectos al otro lado del mundo. Esos momentos que nos hacían maldecir la distancia, comentar ciertas costumbres chilenas con sátira, y criticar de forma sana el país que nos acogía, y que en el fondo nos tenía a todos enamorados aunque no tuviese jamón ni tortilla de patatas. Gracias por todos esos momentos en los que juntos hemos descubierto un país increíble que ha acabado siendo parte de nosotros.

En definitiva, mi corazón ya tiene un trocito blanco rojo y azul.



sábado, 11 de agosto de 2012

Atardece en el Valle de la Luna

05.08.2012

Son las 15.00h y recogemos las bicis para ir a recorrer el Valle de la Luna. Éste se encuentra a 8km de San Pedro de Atacama.

Hace un día de cielo azul intenso, el sol pega con fuerza, en el Ipod suena Michael Brook y nos adentramos en el Parque Natural pedaleando con ganas. De repente me doy cuenta de lo afortunado que soy cruzando un paisaje marciano, de colores rojizos, ocres y marrones, salpicado con el blanco de la sal, y de las nieves en las cumbres de los volcanes que se ven al fondo.

En nuestra primera parada nos adentramos en una gruta donde la sal brota de las rocas, después seguimos pedaleando encontrándonos con dunas y rocas de formas caprichosas, hasta llegar a un valle circular. Al fondo a la izquierda el Anfiteatro, una formación rocosa que acaba en un corte vertical, el paisaje diáfano, lunar, mágico y enigmático es solo recortado por el azul del cielo y el camino que atraviesa y divide el famoso valle de la luna en dos.



Tras sentir la libertad bajo los pies, oyendo esa música inspiradora, admirando la belleza de la Pachamama, como llaman por estos lares los Quechua y Aymara a la Madre Tierra subimos a la Duna Mayor, que como el nombre indica se trata de una gran duna de unos 50m y desde aquí observamos como el paisaje va cambiando de color conforme baja el sol, de los naranjas, a los rosas y después a los morados...me emociono.


jueves, 9 de agosto de 2012

Dia 2. En ruta a San Pedro de Atacama. Fiesta clandestina en el desierto.

03.08.2012

Conforme vamos alejándonos de Antofagasta en el coche de Gonzalo y vamos adentrándonos en el desierto mi corazón se empieza a acelerar al pensar que tenemos que arreglárnoslas para llegar a San Pedro y son las tres de la tarde, anochece a las seis, y estamos en el desierto más árido del mundo y sin poblaciones cercanas.
Hacer auto-stop es algo que siempre he querido a hacer pero nunca había hecho. Hoy será mi primer día y la sensación es increíble. Al despedirme de Gonza lo hacemos con  un nudo en la garganta ya que hemos hecho bastante amistad estos meses viviendo juntos en Santiago.
Al empezar a andar me doy cuenta que voy muy cargado y espero que alguién nos recoja rápido, porque además queremos llegar a San Pedro por la noche para la fiesta.
Roberto es el primer conductor que nos para, grandote, moreno de tez y calvo nos dice que nos puede llevar hasta Baquedano, no es mucho pero mejor eso que nada. Roberto es ex-conductor de TUR BUS una de las compañías de buses del país, pero se montó una empresa de transporte para trabajadores de las minas. Tiene mujer, hijos y hasta nietos.
Al llegar a Baquedano, un poblado de una calle con ajetreo de camiones mineros se despide de nosotros. Aquí es donde volvemos a hacer auto-stop. No pasan ni diez minutos y Javier nos recoge en su pick-up de una empresa minera para llevarnos a Calama. Javier es laboratorista del suelo (es decir estudia el suelo para hacer los caminos que llevan a las minas). Tiene 26 años es de Concepción y tiene "polola" (novia) y un hijo de 7 años, en el fondo nos envidia cuando le contamos nuestro plan de cruzar Latinoamerica con poco más que una mochila y un puñado de ilusión.
El desierto se extiende delante de nosotros, infinito, sólo una línea recta de asfalto rompe con la monotonía del paisaje, monotonía enigmática eso sí, sobretodo cuando el sol comienza a bajar. Llegando a Calama se dibujan en el horizonte volcanes enormes con sus cumbres nevadas y ciertamente es una vista que impresiona.
En Calama decidimos por la hora coger el bus a San Pedro, 1hora de camino y ya estamos en el pueblito hippie.
Instalamos nuestra tienda de campaña en el camping Los Perales, donde Ricardo muy hábil regatea el precio dejándolo en 3000pesos la noche (unos 4.5e).
Cenamos y abrimos la botella de tequila que nos regaló Gonzalo el mexicano, no el de Antofa. Hace una noche clara con estrellas y una gran luna que lo ilumina todo. Nos enteramos de una fiesta clandestina en un casa en medio del desierto, parece que va a ir todo el mundo. Para llegar nos subimos a la parte de atrás de una camioneta con otros ocho chicos, franceses y chilenos. La camioneta avanza en la noche por caminos del desierto, los volcanes se ven a mano izquierda enormes, con su nieve resaltando en lo alto, realmente me doy cuenta de lo afortunado que soy.
La fiesta es en una mezcla entre una casa de adobe y una cabaña. Ricardo y yo decidimos probar suerte y hacer un comando a lo 007 para entrar gratis, lo conseguimos. En el interior un patio con una hoguera y la gente alrededor charlando, bebiendo y comiendo marsmellows. Hay un dj amenizando la noche. Hablamos con un marino y su novia, y acabamos la noche con unas chicas chilenas muy simpáticas, que acaban llamándome Ricky Martín por culpa de Ricardo, pero...ya se la devolveré.

sábado, 4 de agosto de 2012

EN RUTA. Día 1. 1/08/2012


Salimos de Santiago a  las 22h nos quedan por delante 16h de autobús hasta nuestro primer destino, Antofagasta donde nos espera Gonzalo para acogernos y enseñarnos su tierra, y nunca mejor dicho porque es todo tierra...
Durante la noche hemos cruzado el llamado Norte Chico acompañados por una gran luna llena que permitía disfrutar del paisaje, cruzando bastas llanuras y acantilados que acababan en una costa rocosa y azotada violentamente por el Pacífico. Entre sueños se va haciendo de día y llegamos a Copiapó, donde estiramos las piernas. Tras la parada nos quedan aún 7 horas de viaje que haremos atravesando gran parte del desierto de Atacama, el más árido del mundo y que me seduce con su belleza diáfana y sus cielos limpios y azules.
Antofa nos recibe con el aire cálido y húmedo de cualquier población costera. Gonza nos recoje en su auto blanco y vamos a pasear por una ciudad, rica por la mineria pero destartalada que no acaba de saber crecer. Las olas rompen violentamente contra la costa rocosa, muy parecida a la de Fuerteventura o Lanzarote, huele a mar y como siempre el salitre me devuelve a mi estado de libertad. Vamos a una playa llamada Lenguados, donde se aprecia perfectamente el encuentro del desierto con el mar.
En una terraza junto al mar brindamos con pisco sour por el reencuentro con nuestro amigo antofagastino y el principio de un gran viaje. Después cenamos en su casa donde nos recibe su madre, Gabriela, actriz de una compañía de teatro local.
Acabamos la noche en la terraza de la casa bebiendo y charlando con el mar frente a nosotros en una noche tranquila.




Día 2. Antofagasta y cruce del desierto. 3/8/2012.
Al día siguiente visitamos las ruinas de Huanchaca, una antigüa fundición de plata del sXIX. Luego vamos al capricho de la naturaleza por la cual es famosa Antofagasta. La portada, es un arco de piedra que se encuentra frente a unos acantilados donde el Pacífico embiste con toda su fuerza.
Tras la comida, Gonza nos conduce hasta la Ruta 5 en dirección a Calama. Justo en el cruce con la carretera que va a Santiago nos despedimos. Aquí comienza la aventura para llegar a nuestro siguiente destino,esta vez haciendo auto-stop para cruzar el desierto hasta el famoso pueblo hippie de San Pedro de Atacama.