lunes, 10 de septiembre de 2012

Machu Picchu. La ciudad perdida de los Inca.

21.08.2012

Es difícil explicar lo que se siente al contemplar una de las siete maravillas del mundo. Es difícil transmitir toda esa energía que tiene un lugar tan remoto y mágico como lo es Machu Picchu.

Salimos a las 4.30 a.m para ascender sin prisa pero sin pausa la infinita escalera que trepa hasta la ciudadela Inca. Por el camino comienza a clarear el horizonte. Las nubes que tapan las escarpadas cumbres se tornan rosas, la selva se despierta y todo se torna de un verde intenso.
Al llegar a Machu Picchu, tras una larga caminata que nos quita el aliento y después de pasar el control de entrada nos encontramos frente a frente con la majestuosidad de uno de los lugares más fotografiados del mundo. Ninguna foto le hace justicia.

Enmudecemos, literalmente, enmudecemos. Sé que mis compañeros de viaje, como yo, piensan "cómo llegaron hasta aquí", de repente el sol, el dios inca, Inti empieza a iluminar el Wayna Picchu, la famosa montaña que sirve como telón de fondo a la ciudad y todo se torna místico e inigualable. Intento atesorar con el máximo detalle la escena que contemplan mis ojos y cada sensación que recorre mi mente y mi cuerpo. El tiempo se detiene.




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