miércoles, 29 de agosto de 2012

EL BALCÓN AZUL. CUSCO.

23.08.2012

Hay diferentes maneras de despedirse de una ciudad que te ha cautivado. Normalmente acaba con un vistazo desde el taxi que te lleva a cualquier estación, quizás una mirada desde la ventanilla de tu avión cuando sobrevuela la ya diminuta ciudad, o a lo mejor tienes suerte como yo y puedes pasear junto a una amiga especial y empaparte de la luz, el color y la vida de la Plaza de Armas en una tarde de agosto mientras conversas y tomas un helado. Luego descubres que en uno de esos espectaculares balcones coloniales que has estado observando durante días como un turista más, se esconde un café al más puro estilo parisíno donde seguir la conversación y las risas, mientras se enfría un café y disfrutas de unas vistas privilegiadas de la Catedral y de la espectacular fachada de la Compañía de Jesús. Y es aquí donde nos despedimos de Cusco, es aquí donde nosotros nos decimos hola de nuevo y donde coleccionamos otro café "indie" por el mundo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario